preparación

• En primer lugar vamos a preparar la base de la tarta, para ello necesitamos un molde desmoldable. Trituramos el paquete de galletas (para mi gusto las mejores son las tipo digestive) en el accesorio picador de la batidora o cualquier otro robot de cocina que tengáis por casa.Una vez que tengamos polvo de galleta le agregamos la mantequilla a temperatura ambiente y amasamos. Volcamos sobre el molde y aplastamos con nuestros dedos hasta que queda toda la masa bien unida y homogénea. Metemos en el frigorífico mientras preparamos el relleno de la tarta.
• Ponemos medio litro de leche en un cacillo a calentar con las 8 cucharadas de azúcar. Por otro lado, mezclamos en la vaso de la batidora los 8 quesitos con el medio litro de leche restante y los dos sobres de cuajada.
  
  Cuando rompa a hervir la preparación que tenemos en el fuego añadimos el resto, removemos constantemente y apartamos del fuego justo antes de que comience de nuevo a hervir.
  
  Ya estará casi lista la tarta, dejamos que baje un poco la temperatura de la preparación pero no demasiado porque corremos el riesgo que comience a cuajar, además el aspecto debe ser de una superficie de tarta completamente lisa y sin grumos.
• Vertemos poco a poco la solución en el molde con un cucharón, para que no nos levante la base de la tarta y dejamos a temperatura ambiente hasta que se haya enfriado. Después metemos en la nevera (mejor prepararla de un día para otro) al menos 4 horas para que tome la consistencia deseada.
• Una vez que está lista desmoldamos la tarta y decoramos con miel, cada uno la que más le guste, puede ser miel de azahar, de flores…. y añadimos los piñones tostados.