Preparación

• Preparada la salsa de tomate tan sólo tendremos que pasar la carne picada a la sartén y rehogar hasta que la carne esté cocinada, salpimentar ligeramente ya que la salsa ya tiene su propia sal. En ese momento añadimos el vino fino y dejamos reducir. El vino fino os dará un sabor diferente a vuestras comidas, este vino oloroso potenciará el sabor de vuestra carne.
• Una vez se ha reducido el vino y no vemos líquido en la sartén incorporamos nuestro tomate frito, aquel que un día preparamos y hemos envasado para hacernos la vida más fácil. Movemos bien en la sartén y apartamos.
• Preparamos la salsa bechamel, para ello disponemos en una olla una cucharada de aceite de oliva y 50 gr de mantequilla, cuando esté caliente incorporamos la harina y dejamos tostar sin parar de remover durante unos 4 minutos, que esté bien ligada con la harina y mantequilla. Es el momento de ir incorporando poco a poco la leche removiendo enérgicamente para que no queden grumos. Salpimentamos y añadimos la nuez moscada al gusto.
• Montamos nuestra lasaña. En una fuente de horno ponemos una capa de salsa bechamel, cubrimos con placas de lasaña precocidas, otra capa de salsa de tomate y repetimos la operación hasta agotar las salsas. Otra vez bechamel, placas de lasaña y salsa de tomate. Terminamos con una capa de bechamel que lo cubra todo, queso rallado para gratinar y metemos al horno a 180º calor arriba (mejor si tenéis ventilador) hasta que esté doradito y crujiente el queso y listo!!! a comer!!!